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El presente artículo es publicado como preprint. No ha seguido un proceso completo de peer-review, pero dada su relevancia no puede esperar a la salida de nuestra publicación en papel.


Urbanidad en la mesa en un grupo de psiquiatras y profesores universitarios de Psiquiatría.

Comando Dondelasdan, de la Facultad de Medicina de X

Dondelasdan@upv.org

Resumen

Introducción: Es ingente la cantidad de trabajos publicados que utilizaron como muestra o probandos a estudiantes de Medicina.  Sin embargo, hay una sorprendente carestía de investigaciones centradas en médicos ya licenciados o en profesores universitarios.

Métodos: Aprovechando la celebración de un congreso se reunió una muestra de psiquiatras en la que se encontraban profesores universitarios de diverso rango y un amplio colectivo de psiquiatras de a pie.  Para reclutarlos se les invitó a una cena con una formalidad previa que consistía en rellenar una serie de cuestionarios diseñados para la ocasión, que incluían un somero inventario demográfico y profesional.  Asimismo, durante la cena se recogió información sobre actitudes en la mesa.

Resultados: Los participantes rellenaron los cuestionarios sin chistar, con una tasa de respuesta del 100%.   Más del 50% de los probandos desconocían si su pan era el de la derecha o el de la izquierda y un porcentaje ligeramente inferior confundió la copa de vino con la de agua.  Un 67% reconoció haber asistido a más de seis cenas esponsorizadas en los doce meses previos.  Por lo general, se asoció una mayor compostura en la mesa al rango académico y a la experiencia en este tipo de eventos.

Interpretación: Es posible valorar rasgos específicos en probandos psiquiatras, incluidos profesores universitarios.  Asistir a cenas congresuales mejora los hábitos de los psiquiatras.

Palabras clave: Pan, pichigüili, profesor universitario, estudio chorra con estudiantes indefensos, copa de vino, palillo

Abstract

Introduction: There is an impressive research made out from experiences with medical students.  However, there is a scarcity of research conducted with MDs or university teachers.

Methods: On occasion of a congress, a sample of psychiatrists including a variety of university teachers and a large group of plain psychiatric practitioners was collected.  For recruiting purposes, all of them were administered an inventary previously to being offered a dinner.  Also, during the dinner, information on attitudes at table was gathered.

Results: Probands complied to respond to the inventary, with a response rate of 100%.  More than 50% of our sample were unable to ascertain if their bread was that at their right of that at their left, and a mildly smaller percentage mistook the wine glass for the water glass.  67% acknowledged their attendance to more than six sponsorized dinners in the last six months.  As a general rule, an association between a better attitude at table and a higher academic rank and a greater experience in this kind of events could be found.   

Interpretation: It is possible to assess specific features in a psychiatric (from psychiatrists) sample including university teachers.  Attending congress dinners improves psychiatrists’ demeanour.

Key words: Bread, freebie, university teacher, stupid study on helpless students, wine glass, toothpick.


Desde hace años, la literatura psiquiátrica patria viene recogiendo notabilísimas aportaciones, fruto de los esfuerzos denodados de estudiosos de las características de los alumnos de Medicina.  Una buena parte de los trabajos se han centrado en estudiantes de Psicología Médica, que cuentan con una serie de rasgos que les convierten en una pieza fácil de tales estudios (Tabla 1), que a su vez pueden clasificarse en varios grupos (Tabla 2).

Tabla 1

Elementos de los estudiantes de Medicina (y en especial, de los alumnos de Psicología Médica), que les hacen presa fácil de estudios chorras

  1. Disponibilidad

  2. Inexperiencia

  3. Imposibilidad de rebelarse por el miedo al suspenso

  4. Profesorado ávido de engordar su curriculum

Modificado de Logan y cols (1)

Tabla 2

Estudios realizados con estudiantes de Medicina

a)     Por su contenido

  1. Estudios de validación de escalas

  2. Estudios sobre características psicológicas de los alumnos

  3. Estudios sobre actitudes de los alumnos frente a la psiquiatría, la enfermedad psiquiátrica o los pacientes psiquiátricos

  4. Otros

b)     Por su categoría científica

  1. Prescindibles

  2. Absurdos

  3. Fútiles

  4. Chorras, sin más

Modificado de Smith y cols (2)

No obstante, y a pesar de lo mucho que han contribuido al avance de la Ciencia y del saber humano todas estas aportaciones, hemos constatado una preocupante carestía de trabajos centrados en psiquiatras en general y en profesores universitarios en particular.   Con Pitiklinov y cols consideramos que existen una serie de factores que pueden justificar este desierto científico (Tabla 3), factores que, por otra parte, es muy difícil corregir y compensar en un setting de investigación convencional.

Tabla 3

Motivos por los que es difícil realizar estudios sobre psiquiatras y profesores universitarios de la especialidad

  1. No se dejan

  2. Dificultades técnicas y éticas del homoestudio

  3. Ausencia de incentivos científicos

Modificado de Pitiklinov y cols (3)

  Por este motivo, y con el fin de cubrir en lo posible tan lamentable carencia, diseñamos la investigación que se describe en el presente trabajo.

Material y Métodos

El diseño de este trabajo se llevó a cabo en el bar de estudiantes de la Facultad de Medicina de X, y participaron en el mismo un total de 20 autores.  No se solicitó el visto bueno del comité ético de investigación local porque no lo iban a dar y porque la sorpresa al ver que alguien se dirigía a ellos podría reportarles graves reacciones postraumáticas.

  Durante la celebración de un conocido curso – congreso anual de creciente resonancia científico – gastronómica en una ciudad de provincias, dos de los autores se hicieron pasar por asistentes al congreso, y además de recoger pichigüilis en el stand del laboratorio en c.s.p. llenar tres bolsas de plástico semirrígido con asas de cordel, obtuvieron de los delegados del laboratorio la valiosa información de que Lachorra Inc iba a agasajar a los asistentes al congreso con una cena esa misma noche.  En una hora valle, de nula asistencia a la sede del congreso (durante la fase postprandrial de la comida de trabajo de la mañana), tres de los autores, camuflados con máscaras de conocidos próceres de la Psiquiatría (Kraepelin, Freud y Schneider, don Kurt), tomaron al asalto el stand del laboratorio, redujeron a los delegados y los ataron y amordazaron con vendas convencionales y esparadrapo antialérgeno, recluyéndolos en el cuarto de las escobas, no sin antes haberles despojado de sus trajes de faena, con los que se vistieron.

En lo sucesivo, y para no despertar sospechas entre los asistentes, los tres autores se despojaron de las máscaras y parapetados tras el mostrador del stand, se dedicaron a repartir pichigüilis entre los asistentes y a destacar sotto voce los perniciosos efectos secundarios de los competidores de Panfilón® (no pasar de los diez aciertos en la quiniela, en el caso del Destristín® y descomposición de la goma de los calcetines, con penosos resultados estéticos, en el caso de la felicitina).

Llegada la noche, el colectivo de autores, junto con los asistentes a la cena (N= 152), se desplazó a un conocido restaurante de la ciudad.  En cada uno de los tres autobuses (Autobús A, con 56 probandos; autobús B, con 50 probandos y autobús C, con 46 probandos) montaron dos de los autores, cuya misión fue entregar a los probandos unos cuestionarios elaborados previamente, presentándolos como una información muy relevante y de gran interés para futuras indicaciones terapéuticas del Panfilón®.  Los cuestionarios incluían información demográfica que por poder resultar sensible, se recogía sin identificar a quien la aportaba, y junto con ésta, un inventario desarrollado al efecto, el ICVC (Inventario sobre la Colocación de Vasos y Copas) (4) y una encuesta sobre asistencia a eventos científico – gastronómicos (ECG) en los doce meses precedentes.

Llegados al restaurante, los probandos fueron colocándose de manera no aleatoria en una serie de mesas (N= 12), de diversa forma y con un número de sillas variable (media: 12,44; ds: 3,54).  Los autores no se sentaron a cenar y procedieron a completar unos instrumentos, igualmente diseñados para la ocasión: Escala de Actitudes en la Mesa (EAM) (5), Inventario de Utilización de Palillos y otros Instrumentos Ad Hoc (IUPOIAH) (6) y Checklist Procedural de Empleo de Servilleta previa a la Ingesta de Líquidos (CPESIL) (7).  En relación con este último instrumento se valoró la posibilidad de complementar sus resultados con un estudio cromatográfico de los cantos y bordes de las copas, pero dificultades técnicas insolubles impidieron llevar a cabo tan sugestivo experimento.

Terminada la cena y en el tercio de rancheras y jotas los autores pusieron pies en polvorosa, tras liberar a los delegados del laboratorio junto a la caja del establecimiento.

Los datos estadísticos fueron analizados con cuidado.  En un principio se consideró invitar a participar en el estudio al empollón de Martínez, que ha sacado matrícula en Bioestadística, pero finalmente se desechó esta posibilidad porque sus comportamientos pelotas nos hicieron sospechar que podría pasar información a los probandos, en especial, a los que son docentes en nuestra facultad, lo que podría conllevar un riesgo de suspenso en Psicología Médica y en Psiquiatría que los autores no estaban dispuestos a asumir.

Resultados

Un total de 113 (74.32%) asistentes era de sexo masculino, frente a 39 (25.67%) probandos de sexo femenino.  La edad media fue de 48,32 años (25-69).   Se pudo estratificar la muestra en categorías (Tabla 4) y por su experiencia en ECG (Tabla 5).  Dos terceras partes de los probandos (N= 102) habían asistido a seis o más ECG en los doce meses previos.

Tabla 5: Estratificación de los probandos por categorías

 Estratificación de los probandos por experiencia en ECG en los 6 meses previos

Los resultados de las escalas, inventarios y checklists administrados arrojaron unos resultados medios pobres, con mejores puntuaciones en psiquiatras de rango académico elevado y en los muy experimentados en ECG.

Hubo una mayor participación en el tercio de jotas y rancheras entre el colectivo más joven y de menor experiencia en ECG, y los que mejor se colocaron el cachirulo fueron los representantes del Txori – Herri Medical Center, en Bizkaia.

Discusión

Que nosotros sepamos éste es el primer estudio que invierte los papeles habituales, ya que utiliza una muestra de psiquiatras y de profesores de la asignatura y está realizado por estudiantes.  Hemos llevado a cabo una búsqueda en las bases de datos habituales, y entre 1966 y 2001 no nos aparece ningún trabajo similar.

Es posible que nuestra aportación sea criticada por centrarse en un aspecto relativamente colateral, como es el de los hábitos en la mesa de los psiquiatras.  En un principio pensamos en remedar los estudios que sufren los alumnos, por lo que consideramos la posibilidad de hacer un estudio sobre actitudes frente a la enfermedad mental, o un análisis de la salud mental de los participantes, pero desechamos la idea porque el diseño de nuestra intervención requería un factor sorpresa que se eliminaría si pasamos instrumentos como, por ejemplo, el SCL-90, que tal vez sea conocido por alguno de los probandos.  Por otra parte, consideramos que dado que una parte relevante de la actividad vital y profesional de los psiquiatras consiste en asistir a los ECG, cualquier estudio que arroje luz y aporte datos al respecto contribuirá a un mejor conocimiento del colectivo y dará un significativo impulso al avance de la Ciencia, comparable, tal vez, al que ha supuesto la bibliografía sobre estudiantes de Medicina.

Una crítica que puede formularse a nuestra investigación es que tal vez la muestra no sea representativa del colectivo de psiquiatras.  Es posible que haya algún mutante que no asista a  ECG o incluso algún raro ejemplar que no arrample pichigüilis.  No obstante, creemos que no es arriesgado aventurar la hipótesis de que tales raras avis, si existen, están lejos de ser representativas del colectivo, que se caracteriza, antes bien, por asistir a este tipo de eventos, en especial si son subvencionados.  Concedemos que esta apreciación nuestra pueda ser tildada de algún sesgo, pero mientras no haya estudios adecuadamente diseñados que demuestren lo contrario, entendemos que la asistencia a ECG es una conducta habitual y gregaria de la especie de los psiquiatras, como ha quedado demostrado en el cuestionario que administramos a nuestra muestra.

A pesar de todo, podría darse la circunstancia de que los asistentes a nuestro ECG no sean representativos del conjunto de psiquiatras asistentes a ECG.    Esta objeción, creemos, es razonable, y debe suponer a la vez una invitación y un reto para que otros comandos de estudiantes de Medicina realicen sus propias investigaciones que confirmen o refuten nuestros hallazgos.

Los resultados de nuestra experiencia arrojan algunos datos de interés.  Por ejemplo, el sexo femenino sigue siendo minoritario entre los asistentes a ECG, a pesar de que cada vez hay más mujeres en la profesión.  Tal vez esto se deba a las cargas familiares, aún asimétricamente repartidas en nuestra sociedad, de forma que mientras el psiquiatra macho puede permitirse acudir a ECG las psiquiatras hembras deben dedicar su tiempo libre a atender a la camada.   No obstante, esto no deja de ser una hipótesis que habrá que contrastar en futuros trabajos.

Se aprecia una marcada discordancia entre la edad mínima reconocida (que denotaría categoría profesional de MIR) y el no reconocimiento de pertenencia a este estamento.   De hecho, quince personas refirieron tener 28 ó menos años, pero ninguno reconoció ser MIR.  Sugerimos dos hipótesis alternativas para explicar esta discordancia.  Puede ser, por una parte, que haya psiquiatras coquetos que dicen tener una edad más baja que la que realmente tienen.  Otra explicación es que como en ocasiones los MIRes no son invitados a los ECG nuestro subgrupo de menos edad ocultara su pertenencia a este colectivo con el fin de poder colarse en la cena.

Los hábitos de los psiquiatras en la mesa son deficientes. Más del 50% de los probandos desconocían si su pan era el de la derecha o el de la izquierda y un porcentaje ligeramente inferior confundió la copa de vino con la de agua.  Se nos antojan especialmente preocupantes el 28,28% (N= 43) de participantes que colocaba los codos en la mesa al comer, el 23,02% (N= 35) que sorbía ruidosamente la crema de mariscos o el vino y el 21,71% (N= 33) que no se limpiaba los labios (vulgo: morro) antes de beber, dejando unas marcas francamente inestéticas y en ocasiones repugnantes en el canto de las copas.  También nos parece inquietante que un 13,81% (N=21) hurgue con palillos o instrumentos similares en su boca, lo que no sólo implica unos hábitos guarros, sino una deficiente conservación de su dentadura, derivada tal vez de una higiene oral inadecuada.  No hemos querido analizar el porcentaje de fumadores con el fin de evitar el oprobio y la criminalización del colectivo de psiquiatras.

Los psiquiatras más expertos en ECG y los profesores universitarios (que en líneas generales son igualmente los más veteranos en este tipo de eventos) eran los que se comportaban más decorosamente en la mesa.  Interpretamos este hallazgo como fruto de la mayor experiencia en ECG.  También parecían ser menos zafios los que se sentaban en la proximidad de los más expertos en ECGs, cuyas conductas mimetizaban.  En otros términos, en lo que se refiere a hábitos en la mesa, parece ser cierto que la experiencia es madre de la ciencia.  Este hallazgo abre la puerta a la esperanza, ya que sugiere que a base de asistir a ECG los psiquiatras irán aprendiendo cuál es su pan, cuál es la copa de vino, que no deben colocarse los codos en la mesa o, incluso, que hay que limpiarse el morro antes de libar de la copa.   Debemos reconocer, en todo caso, que la carencia de un experto en estadística nos ha privado de analizar con detenimiento si hay psiquiatras irrecuperables que siguen exhibiendo hábitos deleznables a pesar de tener muchos ECGs a sus espaldas.

Este hallazgo, que consideramos de trascendental importancia, nos invita a plantear como colofón una propuesta audaz que la Comisión Nacional de la Especialidad (CNE) debería considerar.  No es apropiado que un colectivo socialmente respetable como es el de los psiquiatras de la nota en la mesa.  Puesto que parece imposible que dejen de recoger compulsivamente pichigüilis, cuando menos deberíamos intentar mejorar sus hábitos gastronómicos.  Para ello, y puesto que una parte importante de la vida del colectivo tiene lugar en torno a una mesa, sería útil que en el programa docente de la especialidad se establezcan sesiones teórico – prácticas que instruyan al respecto a los psiquiatras. Estas sesiones deberían disponer del adecuado contrapunto de un sistema de evaluación de cumplimiento de objetivos en forma de un breve examen final que analizara el comportamiento del individuo en la mesa.  Dejamos a criterio de la CNE el castigo al MIR que no alcance la suficiencia en este examen, pero proponemos dos alternativos: no darle el título de especialista o prohibirle asistir a ECG hasta que alcance la suficiencia en exámenes de repesca que podrían ser de periodicidad anual.

Por último, creemos que hemos abierto una fecunda veta científica, y animamos a otros estudiantes a que profundicen en la rama del Saber que acabamos de inaugurar.   Por nuestra parte, intentaremos en el futuro diseñar un estudio longitudinal orientado a confirmar, mediante el estudio las actitudes de probandos en sucesivos ECGs, nuestra hipótesis de que a medida que se asiste a los mismos y por pura experiencia mejoran los hábitos en la mesa.

Declaración de intereses:

Los autores no tienen vínculos con empresas del sector, salvo con Lachorra Inc, que ha puesto precio a sus cabezas.  Tres de los autores han dejado la Psicología Médica para setiembre y han jurado que la próxima vez que les pasen cuestionarios chorras para mayor gloria del curriculum de los profesores los va a rellenar Rita la Cantaora.

Bibliografía

1.- Logan DH Jr, Smith CA, Pitiklinov P.  Medical students: A potentially victimized group by pseudoscientific abuse. Medicine and Human Rights 2000; 45: 1342-1355

2.- Smith CA, Pitiklinov P, Smith CA.  A taxonomy of science and pseudoscience conducted on medical students.  Practical Issues in Medical Training 2001; 34: 909-919

3.- Pitiklinov P, Logan DH Jr, Smith CS.  ¿Por qué no hay estudios chorras sobre profesores universitarios?  Practicien Souletin 2000; CXCVIII: 2310-2313

4.- Comando Dondelasdán. Inventario sobre la Colocación de Vasos y Copas (ICVC): Un sencillo instrumento para evaluar lo garrazas que son nuestros mayores en la mesa.  Skalas 2001; 3: 1-20

5.- Comando Dondelasdán. Escala de Actitudes en la Mesa (EAM): Un instrumento para evaluar fácil y rápidamente la urbanidad en la mesa.  Skalas 2001; 3: 21-35

6.- Comando Dondelasdán.  Inventario de Utilización de Palillos y otros Instrumentos Ad Hoc (IUPOIAH): Un instrumento bueno, bonito y barato.  Skalas 2001; 3: 36-60

7.- Comando Dondelasdán. Checklist Procedural de Empleo de Servilleta previa a la Ingesta de Líquidos (CPESIL): ¿Qué sería de nosotros sin él?   Skalas 2001; 3: 61-89

Recibido: 13-12-2001

Aceptado: 14-12-2001

Publicado como early release: 17-12-2001  


©Txori-Herri Medical Association, 1997-2001

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